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Hasta la muerte todo es vida

2007/06/06

Todos queremos ir a las Islas Columbretes (algún día)

La verdad es que no he ido nunca a Las Columbretes pero dejo aquí este modelo para el que quiera sumarse a la protesta. El objetivo es evitar que la burocracia impida el disfrute normal de estas islas.

Sra. Ministra (se trata de Elena Espinosa):

Como ciudadano me opongo formalmente a la modificación de la Orden APA/781/ 2003, de 21 de enero por la que se establecen la zonificación de la Reserva Marina de las Islas Columbretes y los usos permitidos en cada zona que pretende restringir el acceso extremadamente hasta ocasionar un cierre técnico que impedirá el acceso a los ciudadanos, pues es una regulación caprichosa, con motivación únicamente prohibicionista que aleja al ciudadano del disfrute de los espacios naturales protegidos y teniendo el archipiélago de las Columbretes una salud excelente.

Me opongo a la limitación de eslora y número de barcos en el uso de las boyas, porque durante 15 años han sido utilizadas por las embarcaciones de la zona y han demostrado que con un uso prudente, un correcto mantenimiento y en condiciones de buen tiempo, pueden albergar barcos de mayor eslora y más de una embarcación sin riesgo, dado que el parque tiene 4400 hectáreas y solo 16 boyas para las embarcaciones

Me opongo a que el acceso de las embarcaciones deportivas, de recreo y de transporte de turistas y buceadores estén sometidas a solicitud previa de asignación de boyas, pues el archipiélago ya tiene una protección natural frente a la masificación, el hecho de estar al 30 millas de la costa, las inclemencias del tiempo,la eslora mínima permitida y la titulación exigida.La asignación de boyas sin tener en cuenta el viento y las corrientes crean un riesgo innecesario a los buceadores.

Me opongo a que se limite el tiempo de estancia en una boya a 24 horas, pues las Islas Columbretes son un refugio natural desde tiempos inmemoriales y tal medida no conduce ni a la protección del medio ambiente, ni a la conservación de las boyas, tan solo es una restricción más sin motivación, pues como se ha expuesto antes la regulación de la afluencia es natural por la distancia y las inclemencias del tiempo, la eslora mínima permitida y la titulación exigida.

Me opongo a que se discrimine a las embarcaciones deportivas y de buceadores frente a los pescadores profesionales, pues las primeras son respetuosas con el medio ambiente, mientras que los segundos, realizan actividades extractivas. La norma exime a las embarcaciones de pesca profesional del requisito de solicitud previa de boya, cuando el colectivo recreativo y deportivo es menos nocivo y más numeroso.

Me opongo a que las embarcaciones autorizadas para la práctica de actividades subacuáticas sean restringidas en sus movimientos a un cambio de boya por día, pues la elección del lugar de buceo depende del estado de la mar y las corrientes. Si se aplica la medida que pretende la modificación en ocasiones los buceadores deberán sumergirse en lugares sin interés y en condiciones no óptimas para la seguridad.

Me opongo a que se obligue a los buceadores a iniciar las inmersiones desde la boya y terminarla en esa misma boya, restringiendo su libertad y exponiéndolos a accidentes por cansancio, por falta de aire y de descompresión, además que su concentración en determinados puntos como son las boyas deterioraran más el lecho marino de esos lugares de inmersión al producirse la reunión de grupos en esos puntos.

Me opongo a que se obligue a los buceadores autónomos a llevar una boya de señalización en superficie constantemente, pues eso crearía accidentes por enganchones con otros buzos y seria susceptible de dañar los fondos marinos por rozamientos y tirones de los cabos de las boyas de señalización.

Considero que la Orden APA/781/ 2003, de 21 de enero por la que se establecen la zonificación de la Reserva Marina de las Islas Columbretes y los usos permitidos en cada zona determina suficientes medidas para la conservación adecuada de la Reserva marina de las Islas Columbretes y para armonizarla con el acceso por la ciudadanía al archipiélago. Caso de aprobarse la modificación propugnada por el Ministerio, la Reserva se convertirá en un feudo de funcionarios y biólogos, restringiendo el acceso al resto de la población. Los espacios naturales deben estar protegidos pero disfrutados por el ser humano dentro de un desarrollo sostenible.