Meninas de viento. Escritura automática I
Inspirado por los experimentos surrealista de Breton, pruebo la escritura automática. Mente en blanco y a escribir, sin pausa ni correcciones.
caballero arma en ristre, corre por la colina, parece que no va a llegar a su destino,
bar umbrío, hay cerveza? toda la que desee señor, bien.
un saxofón entre los labios de Meshell, derecha izquierda, aquí está bien,
ya no recuerda porqué llegó corriendo, por qué deseaba lo que no conocía? qué era lo que deseaba encontrar que no conocía? los labios de Meshell, la cerveza de Andrés, la sombra de este bar en medio de La Mancha. Jazz. Este es el futuro, sombra, cerveza y Jazz. El pasado: polvo, tierra seca y unas meninas de viento.
El arma se quedó fuera, más cerveza, el saxofón ya no suena, el del piano y el de la batería forman un dúo homosexual desde que se fue ella. Nadie habla, llevan 8 años juntos todos son negros excepto el caballero Alonso. No recuerdan porqué vinieron aquí. No saben qué les impide salir de este lugar. No les sorprende que Alonso entrase sudando, que sea blanco, que beba cerveza.
Un cartel sucio anuncia las actuaciones... pone las horas pero ninguna fecha. Si ese reloj funciona y son puntuales, esa chica que vuelve al escenario se llama Meshell, terminó con el saxofon y se acerca al micro sin ningún instrumento entre las manos. Canta.
En media hora empezará a tocar "Alonso y sus meninas" directamente desde Oporto (eso pone en el cartel). Tres meninas entran en el garito, la última lleva la caja de una guitarra, está llena de polvo. Ellas no beben, directamente se van detrás del escenario. Alonso las sigue, ha terminado su tercera cerveza. Su bota golpea, al pasar, la base del escenario. Ruido seco de madera... Meshell deja que se apague el ruido del golpe y sigue cantando. Alonso y ella se han mirado como todas las noches. Igual que, al terminar de cantar cuando baja del escenario. Alonso y sus tres coristas subirán al escenario, cantarán, bajarán y se irán. Por el camino Alonso comprueba quién se sienta a la mesa de Meshell. Y el gesto terminará apoyando la barbilla en el pecho antes de abrir la puerta y enfrentarse al viento que sopla en lo alto de esta colina de La Mancha donde a algún gilipollas se le ocurrió poner un bar de jazz.
Banda Sonora: Meshell Ndegeocello Presents The Spirit Music Jamia: Dance Of The Infidel