Labot ©

Hasta la muerte todo es vida

2006/05/30

Cerrar el chiringuito

Ceci y Luces han cerrados sus respectivos blog-chiringuitos.
Me quedo de recuerdo este post de Luces (que, por cierto, he tenido que rescatar de la caché de Google). Cuando lo lei me conmovió sinceramente.

Cada año que pasa odio más las fiestas de mi ciudad: 
la semana santa, la Feria, el Rocío (que además es de Huelva
pero que aquí descabala todo el tráfico), y ahora el Corpus,
con su ración de romero por las mañanas y de toros por las
tardes.
Entonces el miércoles he cogido el coche, no el twingo claro,
sino otro más potente, y me he ido al pico del Sur a ver pasar
las ballenas por el Estrecho, que ahora es la época. Pero no se
puede contar con la naturaleza para lo que quieres cuando
quieres...o te dejan. Soplaba un temporal de levante inmenso,
majestuoso, que rizaba de blanco hasta las olas más próximas
a la orilla. Así que hubo que cambiar los planes sobre la marcha.
Eso me encanta.
Tirarse desde la duna de Punta Palomas fue un rápido placer del
que me levanté hecha una niña para volver a empezar, (como se ve
en la foto de arriba). Cenar en Dos Mares un foie mejor que muchos,
y una ventresca de atún crujiente por fuera y blanda por dentro
como no recuerdo otra.
Dimos un paseo a caballo bien de mañana y galopamos a favor de viento,
un placer difícil de describir.
Y luego una visita a la hospitalidad de mi hermana en Estepona,
a la alegría de su casa, de su gente, de sus perros. Y comer
en la Menorah unos bocados pequeños y exquisitos. El dueño,
un judío Sefarati (francés) se sentó a comer con nosotras y
la sobremesa se extendió hasta las seis de la tarde.
Qué buen conversador, que didáctico e histriónico.
También me gustó conducir a la vuelta, dueña de la carretera,
de mi libertad y del tiempo...
con arena en los bolsillos

Luces