El Louvre

"pocas personas, demasiada gente" que diría Fito. El Louvre funciona como un supermercado, te llevas la lista de la compra y vas directamente a lo imprescindible (las galletas, el pan y la cerveza) y pasas de largo por lo prescindible (los pasillos de ferretería, ropa y comida para gatos).
El visitante tipo del Louvre pasa una media de dos horas en el museo: ve la Venus de Milo, la Gioconda y "La libertad guiando al pueblo" de Delacroix y se va a la tienda a comprar un póster, perdón "affiche".

Eso sí, si tienes tiempo y te gusta el tema (el ARTE) puedes pasar horas y horas paseando por el Louvre.

En el Louvre puedes sacar fotografías en casi todas las salas. En la sala de pintura italiana donde está La Gioconda, por ejemplo, no se pueden sacar fotos. Aún así, casi todo el mundo lo hace. Es un poco desesperante comprobar el gregarismo de las masas y ver que tú también eres uno de ellos.


Bueno, ahora les dejamos con unas bonitas imágenes :


Esta es la Victoria (alada) de Samotracia. Su lado bueno es el izquierdo.


La Venus de Milo posando. A diferencia de las supermodelos 2006 no derrama ni una lágrima en todo el día:


Una de las salas dedicadas a Rubens:


En el almacen hay montones de obras "en capilla" a la espera de su oportunidad. Cada año hacen una Operación Triunfo entre las obras de arte del almacen que pelean por conseguir sitio en alguna de las salas abiertas al público:


La mayoría de las obras se pasan el día sólas, sin nadie que las observe. Dan un poco pena, la verdad: